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Soy la_que_escribe. Amante del cine y las buenas historias. Escupo en tinta digital mis pensamientos sobre lo que veo y tiene un eco en mí. 

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NORA DURST: APOCALIPSIS EXISTENCIAL Y EL VIAJE EMOCIONAL DE LA PÉRDIDA

  • Foto del escritor: Laura Mojica Moreno
    Laura Mojica Moreno
  • 22 dic 2020
  • 18 Min. de lectura

Actualizado: 22 dic 2020

"Así de importante es la verdad: si un sistema de creencias es válido para ti y si te sirve para sentirte unido a las personas que quieres entonces su auténtica veracidad es secundaria" Damon Lindelof


THE LEFTOVER:

14 de octubre, fecha del Apocalipsis. Ese día, el 2% de la población mundial desaparece de la faz de la tierra sin ninguna explicación. Todos lo llaman la ascensión o pérdida repentina, los que se fueron son “the departers”. Los que quedan son “the leftovers”. La historia da inicio tres años después de aquel fatídico día, y se centra en cómo diferentes personajes de una comunidad se enfrentan al dolor de la pérdida de sus seres queridos y cómo se adaptan a la vida sin ellos. Todos tienen las mismas preguntas ¿por qué? ¿A dónde? ¿Cuándo les llegará el tiempo a ellos, si es que les llega? todos quedan sumidos en la tristeza y la frustración, rozando la locura y la soledad.


Uno de los personajes protagónicos es Nora Durst, famosa en la comunidad porque es la única que perdió a TODOS los miembros de su familia, -marido, hijo e hija-, en la Ascensión, quedándose en una soledad insoportable. Ella es por tanto la representación de un “apocalipsis emocional” y la más desgraciada de ese 98% que se quedó.

Aunque al inicio se nos presente como protagonista a la familia Gayver, Kevin como “el elegido” de los mundos o dimensiones que pueden existir en este universo, es en realidad Nora, quien lleva a cuestas cada una de las metáforas y viajes que esta serie pretende mostrar: los matices del dolor, las fases del luto o la pérdida, y los cuestionamientos de la existencia.

Con Nora nos damos cuenta que en “The leftovers” no importa el origen ni el porqué de La Ascensión, sino como los seres humanos somos tan insignificantes a la hora de las paradojas y sucesos inexplicables del mismo universo y nuestra existencia, que se escapan a nuestro control, y por eso su personaje es el que nos muestra, a través de su viaje emocional, las consecuencias en el comportamiento de los afectados pueden ser o no racionales.

En la primera temporada se abren la temática y las reflexiones filosóficas que predominarán a lo largo de toda la serie (con algunas variantes): la lucha interior, la pérdida, la impotencia, la venganza, la familia, las relaciones y el duelo. Todas cuestiones de la naturaleza humana que se exploran a lo largo de la serie a través de los personajes y sus vivencias. A continuación haré un análisis de Nora Durst, la mujer que no se permite tener lástima de sí misma, desarrollando una culpa que la consume para luego aceptar el relato que construye su dolor: expondré los tres momentos claves, uno en cada temporada, que nos muestran como Nora fue cambiando su forma de percibir la pérdida de sus hijos y esposo, dividido en tres fases a las que llamaré: EL LUTO, LA NEGACIÓN Y LA ACEPTACIÓN.





PRIMER TEMPORADA - “Dejada atrás”


Es importante iniciar explicando que en el subtexto de The Leftovers se envuelve el siguiente tópico: esta es una historia de familias. No disfuncionales, o desestructuradas, sino DESINTEGRADAS a la fuerza y completamente rotas por los inexplicables acontecimientos del fatídico 14 de octubre. Nora empieza como la mujer que los perdió a todos, esposo y dos hijos, y es una clase de “celebridad” por esto. Está a la deriva, tratando de buscar respuestas, o entendiendo porque ella tuvo que ser la más desafortunada al quedarse totalmente sola. ¿Qué hay después? es la pregunta que Nora intenta responderse durante toda esta primera temporada.




Escena escogida: Nora toma unas copas con el autor del libro “what's next.” y tiene una pelea acalorada porque lo acusa de ser un fraude (él no perdió a nadie en la ascensión) y lo señala de no entender lo que realmente hay después de que lo has perdido todo.

Este es el capítulo individual de Nora, antes de este episodio se nos presenta como uno de los personajes más enigmáticos y complejos que se habían presentado hasta el momento, esa madre cuya toda familia había desaparecido en la ascensión y que trabaja para el U.S. Department of Sudden Departure, el organismo gubernamental que gestiona las desapariciones y sus indemnizaciones.



El episodio se nos abre con la siguiente presentación de su personaje: Nora atascada en un bucle interminable por revivir el dolor de la pérdida de sus hijos. Se sumerge en diferentes situaciones para no olvidar que luego de ellos, no hay nada, solo dolor. Contrata una prostituta para le dispare en el corazón, pero usando un chaleco antibalas; sigue comprando los cereales que le gustaban a sus hijos. Parece que vive en un callejón sin salida, una tortura autoimpuesta. Su fase de luto es no olvidar, no solo a los que perdió, sino no olvidar el dolor, lo único que ella cree que la aferra a la memoria de su familia.


La escena escogida se encuentra al final del segundo acto del episodio. Ya hemos visto antes la rutina de Nora, para luego llevarla lejos de su zona de confort y sacarla hacia un universo que se vuelve cada vez más bizarro. Nora debe viajar lejos de su solitaria casa y acudir a un panel de conferencias por su trabajo para el Departamento de la Marcha Repentina. Allí tiene un pequeño momento de “dejarse llevar”, de olvidar su dolor, y se une a una bizarra fiesta en una de las habitaciones del hotel, muy propio de Alicia en el país de las maravillas.


Pero lo importante es el cierre o lo que desencadena toda su “aventura” en este hotel. Y es enfrentarse de frente a eso que ella sabe y siente sobre la pérdida, pero que no ha sido capaz de verbalizar. Aquí nos enfrentamos ya a la escena del bar. Nora mira su reflejo quebrado en el espejo, mientras toma una copa. Luego a su lado está, Patrick, el autor de un libro llamado “what's next” y que pretende darle esperanzas sobre cómo encontrar la felicidad luego de las ascensión de tus seres queridos y le cuenta una historia “bonita” y casi empalagosa sobre cómo su hija pequeña logro reír de nuevo, luego de la ascensión. Lo interesante de esta escena es que no solo nos expondrá el discurso de Nora sobre la pérdida y su fase de luto, sino en sí reforzará el tema que toda la serie quiere poner en debate: ¿qué hay después para los que se quedan?


Este momento tiene un punto de cambio interesante no solo en la exposición de Nora, sino en la forma de narrar. Al inicio creemos que es la típica trama en donde un personaje desolado y roto , encuentra fortuitamente la palabras correctas de otro personaje, que puede hacer un papel de maestro, y así se da cuenta que puede cambiar, que tiene la respuesta para su pregunta o que por fin ha encontrado alguien le hace ver “la verdad”.... PERO NO, the leftovers no es ni jamás fue ese tipo de series, su crudo y desesperanzador discurso tiene nombre y rostro: EL DE NORA. Este momento en particular deconstruye totalmente el objetivo de estas escenas típicas descritas anteriormente, en cambio, hacen todo lo contrario: el personaje, Nora, rechaza totalmente este discurso con alto niveles de un pseudopositivismo moralista y decide escupir la verdad desgarradora.

Patrick, el autor de este libro, trata de hacerle ver a Nora que es posible pasar página y superar el dolor. Pero ella sabe y por fin acepta del todo que eso no es verdad, y que para ella eso de pasar página es imposible.




Es un momento crucial para esta temporada introductoria y para el personaje de Nora,

primero porque es una gran y emblemática introducción de un personaje, que hasta ahora ha rechazado la idea de seguir adelante y que nos muestra su mundo "Desolador", es el adjetivo más común usado para describir no solo a Nora en sus fases iniciales, sino a todo el universo de The leftovers, pero si el 2 por ciento de la población ha desaparecido es bastante normal y coherente que las apuestas emocionales y por consecuencia las forma de concebir, y actuar, de CASI TODOS LOS PERSONAJES, sea enmarcado en un ambiente sombrío.


Para Nora, esta conversación en el bar es el inicio de su odisea del dolor, porque llevar el luto de perder a su familia pero con la esperanza de que vuelvan, se derrumba totalmente cuando deja de revivir ese bucle interminable , pierde la esperanza y acepta que su dolor se debe a que no puede seguir cuestionando que habrá después, si volverán o no, si algo será como antes, porque ya ha encontrado la respuesta cuando se mira a sí misma: Nada , no hay nada después y no lo habrá.

Como su introducción al personaje, entonces la podemos definir de la siguiente manera: En el proceso de basar su identidad en su dolor, Nora se fija en la verdad absoluta hasta el punto de que se vuelve hostil hacia los intentos de otras personas de seguir adelante. Es extremadamente posesiva con su dolor, ya que es lo único que le queda de su familia, casi hasta el punto en que se convierte en su identidad. Su camino no está trazado, porque su discurso se basa en eso, en que luego nada sigue.



"¡NADA SIGUE!"





SEGUNDA TEMPORADA: “Ser otra vez”



Nora Durst empieza una relación con Kevin Garvey, policía de su ciudad, y coprotagonista, gracias a un acto de fe, detonado por las habilidades de “mesías” de Kevin” ( que puede ser visto como acto desde un punto psicológico o espiritual de Nora), parece que logra superar la pérdida y decide comenzar de cero con una nueva familia, por eso junto a Kevin y su hija, se van de Mapleton hasta llegar a Jarden, la ciudad “milagro” , un pequeño pueblo de Texas, donde el 14 de octubre, ninguno de su habitantes pereció en la ascensión.



En este episodio se aborda la marcha repentina o ascensión desde un punto más científico. Se nos introduce a la “teoría del lente gravitacional”. Un grupo de científicos llegan a la conclusión de que los ascendidos se fueron porque existían energías gravitacionales, propias de alguien, que les causo su "viaje”; Nora es estudiada y es tachada como un ente casi diabólico que provoca la desaparición masiva de su familia. Un sentimiento de culpa vuelve a reproducirse con fuerza pero Nora rechaza tal teoría y no permite que tales conspiraciones vuelvan abrir una grieta en el nuevo hogar que está tratando de construir.



Escena escogida: gracias a esto y a la desaparición de tres chicas en el pueblo milagro, cerca al aniversario del 14 de octubre, vuelve a poner en alarma a U.S. Department of Sudden Departure, que crea un nuevo cuestionario para saber si esto en realidad es causa de otra marcha repentina o un fraude. Al trabajar para este departamento, y ser casi una experta en estos cuestionarios, Nora consigue uno y decide hacérselo a la madre de una de las chicas desaparecida, Erica, que resulta ser su vecina. Esto detona el segundo momento escogido, como crucial para ver la siguiente fase del arco del personaje de Nora, la negación a que el dolor sigue ahí, aunque intente construir esa fachada de “falsa felicidad”. Nora entiende que jamás estará completa y que solo está tratando de llenar el agujero con una nueva familia. Al final de esta escena quedamos con la sensación de que fue un espectacular duelo, entre dos madres, que han perdido lo que más amaban, pero que una es el reflejo de la otra en cuanto a temas que no quieren aceptar.


Por un lado Erica está convencida que todo se trata de algo sobrenatural, producto de un deseo que pidió con el ritual de los pájaros que le enseñó su abuela cuando niña: “Si entierras un pájaro en una caja y luego de tres días vuelves y abres la caja, y el pájaro sale volando, entonces el deseo que pidas se hará realidad”, un relato casi infantil pero con claras referencias bíblicas, es la explicación de Erica, que tanto molesta de nuevo a Nora. La culpa de Erica viene de la

creencia de que si ese deseo se hizo realidad era porque en efecto, lejos de ella su hija estaría mejor (un eco a la primera temporada y lo que Nora siempre se preguntaba, ¿mis hijos estarán en un lugar mejor? ¿Lejos de su madre?), porque entonces aquí el antagonista de la felicidad de sus hijos sería la propia madre, una idea con la que Nora batalló en la primera temporada, y verle la cara de nuevo a esa idea le aterra, por eso su primer instinto de protección es la hostilidad y negación.



También, se nos revela muchas respuestas que tiene que ver con: que descubrimos que justo antes de la desaparición de su hija, Erica iba a huir y abandonar a su familia harta de Jarden, de sus supersticiosos habitantes y sobre todo de su marido y su violenta naturaleza. Nora se muestra cruel y fría ante lo que le cuenta Erica y de alguna manera la juzga y señala, porque Nora está harta de que la respuesta a ¿Qué hay después? o ¿A dónde se han ido? tenga que ver con algo inexplicable, fantasioso o que se aferra a lo ilógico. “Es patético”, le lanza con crueldad Nora a Erica, patético porque creer en algo alejado de su racionalidad no va a llevarse el dolor de perder a un hijo. Nora se aferra a este discurso un poco soberbio de que lo ha superado, de que es una mujer nueva que no vive en el pasado y que “lo ha dejado atrás”, quedarse consumida con el dolor y tratar de encontrar una explicación a la culpa es “patético”.


Pero detrás de todo esto está la verdadera razón de esta batalla entre dos madres, y es que Erica le recuerda a esa desolación, a ese “sin deriva” que ella padeció en la primera temporada y por eso quiere ser hostil con ella, porque desprecia lo que fue alguna vez y le aterra también que la posibilidad de que algo, sea externo o interno, escale dentro de ella y derrumbe su nueva fachada de perfección y felicidad.


Nora no quiere más cuestionamientos, Nora no quiere volver a ese bucle continuo de la primera temporada, Nora no quiere perder la fe de nuevo y Erica es la culpable de que se empiece a quebrar todo eso dentro de ella.


Por eso mismo, esta escena muestra de manera magistral como Nora está en un estado de negación, y por eso su frustración al ver que otra madre, tal y como ella estaba o está, quiere encontrar la respuesta del porque a ella, porque a sus seres queridos y porque ahora. El fantástico diálogo con Nora con el cuestionario antes mencionado, de por medio, sirve para que ambas desnudan sus almas una frente a la otra y descubran que tienen mucho en común (aunque no quieran aceptarlo). Dos mujeres que bajo su apariencia de fortaleza están igual de rotas y devoradas por la duda, la culpa y la impotencia como el resto de la humanidad, sin saber en qué creer o no creer.


Por otro lado, es importante analizar otro matiz de la escena que nos indica esta fase de Nora, aquí ella toma el papel que en la temporada pasada tenía Patrick, y lo fue en la escena del bar para ella, es ahora un juego parecido, donde dos personajes ven las verdades del otro, sus discursos incoherentes y la vulnerabilidad cuando son sorprendidos por emociones más grande que ellos mismo. Así pues, en este caso Nora quiere hacerle ver a Erica que “cosas terribles pasan en este mundo”, pero que debemos seguir adelante y pasar página, así como supuestamente ella lo hizo.


Queremos creerle a Nora que en efecto, ha logrado aceptar ese consejo que Patrick, el autor de what's next, intentaba darle en la primera temporada y era que no se aferrara a su dolor o culpa y pasará página, que fuera feliz. Nora parece que ya no cree que tal idea sea una tontería y quiere restregárselo a Erica, a pesar del dolor de ésta. Nora se autoimpone la idea de que “su consuelo es que ella no provocó nada”, pero es la mentira más grande que su personaje se ha dicho a sí mismo, porque sabemos por todo lo que ha pasado en el capítulo, que ella casi cree que la desaparición de sus hijos y esposo tuvo que ver con ese suceso científico llamado la teoría gravitacional y que la energía que emana es tan malvada que provoca desgracias a su alrededor.

Por eso Nora está tan desesperada por demostrar lo contrario, tanto a ella como a los demás, de que la culpa no existe y que debemos olvidar ese sentimiento, pero más específicamente de que SU CULPA no existe, porque si de verdad llega a ser responsable de algo, Nora no podía seguir “pasando página”.






Pero Erica contraataca, dolida por el cuestionamiento de Nora, porque sabe que ella está llena de mentiras, que Nora actúa, y le hace la pregunta del cuestionario que detona a la NORA DEL PASADO:


“¿Cuáles fueron las últimas palabras que te dijeron?”


Cuando Nora se lo pregunta a Erica al inicio de la escena, Erica afirma que no lo recuerda puede que así sea. Pero al contrario, Nora sí que lo recuerda, porque ese último momento con sus hijos , una mañana apurada de colegio en la que fue hostil con ellos, ese recuerdo al que ella se aferró para alimentar su dolor y culpa en la primera temporada. Este golpe bajo destruye a Nora y deja a Erica como la ganadora discursiva de esta batalla: esta vez, Nora no tiene ningún discurso, argumento o palabra inteligente que decir. Se rompe totalmente enfrente de Erica. Vemos cómo su mentira se cae a pedazos y no hacen falta palabras para entender que sigue siendo infeliz, y por ende, Ningún nueva familia podrá devolverle a su “familia original”.


Este momento también es crucial, porque es el despertar de Nora, de ese sueño que quiso aferrarse cuando encontró a Kevin. Pero era solo eso, un sueño. Entiende que no puede seguir con su vida si no le pone fin o encuentra alguna respuesta definitiva a esa sensación de “un asunto interminable” que es la cuestión de la ascensión de su esposo e hijos. Esto entonces, se convierte en el punto de inflexión para Nora, que la lleva trazar un nuevo plan que se encauza en la temporada tres y es: reunirse a toda costa y donde quiera que estén, con su familia original. Ya no importa qué historia tengo que creer, si hay alguna explicación racional o fantástica de lo que pasó, si la llamaran loca o diabólica, sus hijos estarán en alguna parte del universo, esperando por ella.





TERCERA TEMPORADA “La salvación espera”


Se cumplen siete años de la ascensión, faltan pocas semanas para que el 14 de octubre llegue en sus calendarios. Todo el pueblo de Jarden está nerviosa, expectante y la paranoia colectiva toma el control. Se cree que en el séptimo aniversario de la ascensión algo pasará, unos creen que habrá otra ascensión, un diluvio universal o tal vez será el fin del mundo. Aun para Nora, que se ha estado debatiendo entre la incredulidad, racionalidad de su lógica, sabe que ese día será el fin de algo, tal vez de su sufrimiento. Cada uno de los “dejados atrás” emprende su camino para encontrar un cierre, unos se aferran a sus creencias religiosas, un nuevo mesías personificado por Kevin, un viaje a la mística Australia, o como Nora, que traza el suyo propio aunque eso signifique ya no estar con Kevin. Nora entonces recibe el llamado que estaba esperando durante tanto tiempo. Hay una respuesta, hay una manera, hay algo en que creer: y es presentarse como una de las elegidas para viajar a través de una máquina que le permitirá “ir al otro lado”, donde presuntamente estarán ese 2% de la humanidad que hace 7 años desapareció, donde por fin se reunirá con sus hijos.





Nora se despide de su hermano, ha pasado todos los requisitos para viajar a través de esta extraña máquina, que otros ya han probado y al parecer han viajado con éxito. Se sumerge en las agua heladas de este cilindro metálico y luego aparece la nada… Nora ya es una mujer mayor, que vive en Australia bajo otra identidad, trabaja como recolectora de palomas. Las preguntas sobre ¿Qué pasó? ¿Logro viajar? ¿Encontró a sus hijos? ¿Esto es “el otro lado”? ¿Todo era una farsa? se abre ante nosotros mientras el último capítulo de cierre de la historia se desarrolla. Kevin la abandonó hace varios años en una habitación de hotel cuando se enteró que su viaje a Australia solo era una parada de Nora, que ella iba a dejarlo primero. Su despedida fue desastrosa y llena de remordimientos.


Pero Kevin vuelve, también con las arrugas surcando su rostro y el reencuentro se vuelve a dar. Kevin aparezca en su puerta en un último y desesperado intento por recuperarla, luego de muchos años de dolor y un ataque al corazón, Kevin busca de nuevo la felicidad aunque sea solo durante los últimos años de su vida y espera que Nora esté dispuesta a compartir esa última esperanza con él. Porque el mundo no se acabó ese 14 de octubre del séptimo aniversario y ningún 14 de octubre posterior. Así que, ¿Por qué no intentarlo?


Escena escogida: Al finalizar este episodio, Nora entonces deja de evadir la gran conversación y por fin le cuenta a Kevin que ha pasado todos estos años y que sucedió luego de que se sumergiera en esa máquina. Entonces vemos de forma sublime el final de su viaje, pero el inicio de otro.


Nora tomó la decisión de dejar atrás el sueño utópico de su nueva familia, y desenterrar sus antiguas culpas, y así convertirse “en la chica más valiente del mundo” cómo su hermano Matt la llama en algún momento. Nora toma un giro en su trama y evoluciona de forma brutal, al convertirse en una luchadora incansable que quiere volver a ver a su familia y que está dispuesta a meterse en una máquina de la que nadie ha vuelto a salir, pero que su científicos creadores aseguran que es porque el viaje fue un éxito. Aun así, Nora asumiendo que probablemente muera en el intento, no tiene ya ninguna duda racional o impedimento desde su lógica, que le impida hacer “ese último salto de fe”.


Ese salto de fe, se lo pide ella tácitamente a un Kevin, que años después va a buscarla. No se nos muestra si el viaje fue exitoso o no. Porque para Nora, la Nora de ahora, lo más importante que tiene ella es la historia que cuenta, se la verdad o no, se aferra a ese paradigma de creencias que tal vez ella misma ha fabricado para derrumbar su primer discurso al inicio de su viaje de que “después no hay nada”, para entonces explicar que tal vez después de la nada, hay una parada más en su odisea del dolor y es la felicidad junto a Kevin.


Esto llega a argumentarse de forma espléndida en la última escena del episodio final. Kevin y Nora toman el té en la casa de Australia de ella, luego de celebrar una boda del pueblo. Nora entonces le relata todo lo sucedido, por qué nunca volvió con él, y qué sucedió luego de entrar en esa máquina. Sin mostrarnos absolutamente nada, seguimos de forma emocional, e implicados totalmente en el relato de Nora, pues hace un recuento de todo lo que creyó, de todo lo que hizo para superar esa pérdida, de su historia de amor con Kevin y del desenlace de esa búsqueda de la verdad.

Según Nora, ella logró pasar al otro lado, una realidad alternativa, donde el 2% de la población había perdido el 98% de la población en una ascensión.




Logra encontrar a su familia, ya sus niños como unos adolescentes y su esposo con otra mujer, pero no es lo que ella esperaba. Se da cuenta que el tiempo ha pasado, que ellos también ha tenido su propio odisea del dolor, pero a diferencia de ella, encontraron la felicidad, si ella se presentaba ante ellos, solo arruinaría su nueva vida y sería un fantasma del pasado que no pertenece a esa realidad, que ya no tenía cabida por mucho que quisiera.


Nuestra heroína, encuentra lo que buscaba, consigue lo que tanto anhelaba, pero al final se arrepiente, no lo toma porque entiende que ese nunca fue el final de su historia. El reencuentro con sus hijos nunca fue su objetivo máximo... Era su vida con Kevin. Entonces su arco de transformación casi culmina es uno de los anticlímax más maravilloso y mejor presentados en una trama de este calibre:



Dejando ir esa culpa que le atravesaba el alma, Nora entiende que sus hijos ya no la necesitaban y que ese lugar sin ella, era mucho mejor, entonces ella decide volver. No busca Kevin por miedo a que no le creyera y se autoexilia en la recóndita Australia por varios años, porque cree que es demasiado tarde para ella y para él.

De nuevo se niega a la felicidad, pero al menos ya es consciente de su propia verdad. Se arrepiente de haber tomado esa decisión, de haberse llevado parte de su vida en función al dolor, en función al pasado.


Pero en su reencuentro con Kevin, todo parece recobrar sentido y la lleva entonces a su propia “ascensión”, porque Nora pasa todo el episodio negándose a aceptar su "verdad" y, por lo tanto, aislada de la felicidad que Kevin y todos los demás a su alrededor que han llegado a aceptar como algo posible y ella sigue sin estar segura de poder alcanzar. El cambio de Nora se ve de manera explícita, y contundente en esta escena final pues nos sirve como un asalto directo al valor de “la verdad absoluta”, pero no de la verdad que explique el 14 de octubre, sino la verdad detrás de lo que fue el viaje de Nora hacia una mentalidad en la que podía aceptar que la mayoría de las veces la existencia es sin sentido, y al mismo tiempo aceptar que ella es responsable de su propia felicidad. Pero el miedo la vuelve a atacar y por eso luego de su regreso no busca a Kevin:



Pero de nuevo, la vida y esta vez el salto de fe de Kevin, le dicen que es suficiente de esconderse. Que el viaje emocional de su dolor ha terminado. Llegamos entonces a su final, a Nora y su cambio de discurso deprimente y desolador, que puede enmarcar un tópico más allá de ella misma y que representa casi toda la tesis de la serie entera y es: el conflicto entre la dura realidad y la historia que te hace feliz ¿Cuál de estos caminos eliges al final de todo? Nora entonces elige la felicidad, sin importar que historia “bonita”, sea verdad o no, tenga que contar y aceptar, porque Kevin, su Kevin, le dice al final que le cree porque ella está aquí y él también está allí y eso es suficiente para seguir adelante.



Y vemos como el rostro viejo de Nora vuelve a iluminarse mientras Kevin acepta su historia, en su totalidad y sin preguntas. Kevin y Nora son el hogar respectivo de cada uno, Kevin y Nora eran la respuesta de cada uno a la pregunta, ¿Qué hay después?, y entonces no solo Nora cambia, sino todo el enfoque de la serie se nos revela, esto no iba de un suceso catastrófico y sobrenatural, esto no iba sobre paradigmas religioso y su quebrada tesis en la sociedad, esto no iba sobre el dolor de la pérdida, esto iba sobre su historia de amor... y termina entonces, con la esperanza de que por fin vivirán la historia de amor que cada uno estaba esperando.


Las manos entrelazadas de Kevin y Nora nos dicen la gran verdad absoluta, velada hasta ese momento: el mundo se acabará algún día, para unos antes, para otros más tarde. Pero no hay más verdad (ni Dios) que ese. Así que ya que estamos condenados a convertirnos en nada, ¿por qué no esperar ese momento junto a la persona que más amamos? Exactamente como cada uno de nosotros. No ya como espectadores sino como protagonistas de nuestra propia historia. Con sus misterios y sus absurdos, sus tragedias y sus alegrías, sus logros y fracasos, con nuestros mundos interiores y esas creencias que quizá sólo tienen sentido para nosotros. ¿Dice Nora la verdad o es algo que se ha inventado para ser feliz? ¿Qué más da? Nadie es feliz siempre, pero tampoco nadie está triste siempre. Nora ha conseguido dejar atrás su dolor, por fin su viaje ha terminado.



Por último, dejo la conclusión final que sustenta mi creencia de que todo se trataba de una historia de amor basada como acto de fe, ese acto de fe que salvó a Nora Durst de un apocalipsis existencial y terminó su odisea del dolor. Todo esto dicho entrelíneas por el mismo creador de la serie:


"Así de importante es la verdad: si un sistema de creencias es válido para ti y si te sirve para sentirte unido a las personas que quieres entonces su auténtica veracidad es secundaria" Damon Lindelof


TE AMARÉ POR SIEMPRE NORA, SEAS FICCIÓN O NO... YO VOY DETRÁS DE TI, SALTANDO CON FE.




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Illuminated Rock
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